lunes, 25 de noviembre de 2013

DIABETES  GESTACIONAL:

En la actualidad, esta enfermedad afecta a casi el 20 por ciento de las embarazadas de nuestro país. Hace 14 años, la cifra llegaba a menos de la mitad. Mantener una dieta balanceada, evitar el sedentarismo y un control riguroso durante la gestación son una gran ayuda para prevenirla.



La diabetes gestacional es un trastorno metabólico que se diagnostica por primera vez en el embarazo y, en el 98 por ciento de los casos, desaparece con el parto.

Se produce cuando la resistencia insulínica de la mujer -condición que tiene una de cada cuatro personas-, se suma a la que aparece cerca de la semana 20 de gestación, momento en que se genera la hormona lactógeno placentario, cuya misión es preparar a la madre para la producción de leche.

El doctor Pablo Olmos, endocrinólogo y diabetólogo de Red Salud UC, explica que es importante que las mujeres -en especial las que tienen resistencia insulínica- normalicen su peso y mantengan un Índice de Masa Corporal de entre 20 y 25 por ciento antes de embarazarse.
La clave para la prevención está en conservar un peso normal para la estatura, antes de que la mujer se embarace. Si una paciente que tuvo diabetes gestacional no baja ni normaliza su peso en el periodo entre embarazos, tiene una alta probabilidad de volver a sufrirla. Incluso, su riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en los cinco a 10 años siguientes es de casi un 60 por ciento.
El especialista aclara que solo la madre puede padecer la enfermedad, la que no se transmite al recién nacido. Lo peligroso es que los hijos sí heredan los genes de la resistencia insulínica. Esto aumenta las posibilidades de padecer diabetes tipo 2 en la edad adulta, o diabetes gestacional en el caso de las mujeres.
La importancia del control
Hay dos causas principales para la aparición de esta enfermedad. En primer lugar está el estilo de vida sedentario, que aumenta los índices de obesidad, lo que a su vez desencadena la resistencia a la insulina. Por otro lado, está el retardo del embarazo -sobre los 30 años e incluso después de los 40-. "El riesgo aumenta, ya que la resistencia insulínica en la población general va aumentan-do con la edad", explica la doctora Alexandra Calvo, gineco-obstetra de Red Salud UC.
Cuando la mujer no controla esta patología, el principal compromiso es para el feto. La glucosa en la sangre de la madre atraviesa la placenta de forma fácil, lo que provoca que el páncreas del niño produzca insulina y aumente de peso en forma rápida. Así se incrementa el peligro de parto prematuro, ya que el útero cree que el feto está listo para nacer, cuando sus pulmones, hígado y corazón aún están inmaduros. Esto acarrea complicaciones durante las primeras semanas de vida, periodo en el que el bebé puede desarrollar hipoglicemia, aumentar los niveles de bilirrubina, presentar insuficiencia cardiaca, además de problemas hepáticos y respiratorios.
¿Fin de la diabetes gestacional?
Para la doctora Calvo, lo ideal -en todos los casos- es que antes del embarazo, la mujer se realice un control preconcepcional, para detectar con anticipación cualquier problema y poder corregirlo. Si aparece, la diabetes gestacional se maneja de forma eficiente con un plan dietético estructurado según las condiciones metabólicas de la madre.
-Hay un tema nutricional importante. La ganancia de peso durante la gravidez también constituye un factor de riesgo.
Los "antojos" pueden influir en el desarrollo de la enfermedad, solo cuando se hacen una costumbre. Una mala alimentación o aumentar demasiado de peso durante el embarazo pueden tener repercusiones metabólicas que se traduzcan en diabetes. La clave es consumir una dieta balanceada.
Va a depender del peso de la paciente si se reduce o no el aporte calórico, y la distribución de los nutrientes que debe tener en su alimentación. Se puede eliminar el azúcar de mesa y sustituirse por sucralosa. Las frutas como la uva, que tienen un alto índice glicémico, deben evitarse. Además hay que repartir las calorías en al menos cinco comidas diarias. Hoy, más del 90 por ciento de las mujeres que siguen estas indicaciones logran controlar su enfermedad.
Al final de la gestación, los cambios hormonales ceden y las pacientes, desde el punto de vista metabólico, comienzan a hacer una vida normal. Es recomendable que cerca de un mes y medio después del parto se realice una evaluación para conocer la condición de la mujer.
La cifra de madres con diabetes gestacional va en aumento. Nuestro país tiene una gran población de mujeres no embarazadas en edad fértil, con un alto índice de sobrepeso y obesidad. Esto las ubica en grupos de riesgo no sólo para esta patología, sino que también para desarrollar hipertensión, entre otras enfermedades.
Por ahora, comer sano, en pequeñas porciones y aumentar la práctica de ejercicio, pueden ser una gran ayuda para prevenir este trastorno.

Cómo afecta al parto la diabetes gestacional

Los hijos de madres con esta patología, que no se han controlado durante el embarazo, tienen un alto riesgo de nacer con exceso de peso. Son fetos grandes para la edad gestacional, producto del aumento de la glucosa en la sangre que transmite la madre. Esto puede conducir a:

  • Incremento en el número de partos por cesárea.
  • Aumento de partos instrumentales (uso de fórceps).
  • Traumatismo obstétrico (fractura de clavícula del recién nacido, por ejemplo).
 
Evitarla es posible
  • Consuma verduras, en especial vegetales verdes como espinaca y acelga.
  • Incluya frutas en su dieta. Evite las uvas debido a su alto índice glicémico.
  • Elimine el azúcar de mesa y sustitúyala por sucralosa.
  • Distribuya las calorías en al menos cinco comidas diarias.
  • Aumente la ingesta de fibra.
  • Practique ejercicio con regularidad.

¿Sabías que?

  • Una mujer diabética puede tener hijos, pero para poder embarazarse debe tener seis meses de control perfecto de la glicemia. Es decir, un examen de hemoglobina glicosilada con un resultado permanente menor a 6,5 por ciento.
  • Las mujeres diabéticas pregestacionales -que lo eran desde antes de la gravidez-, se controlan con dieta e insulina en la gestación.
  • En el 90 por ciento de los casos en que aparece diabetes gestacional -la madre no era diabética antes del embarazo- la patología se regula con dieta.

¿Cómo se mide el Índice de Masa Corporal o IMC?

Para tener un embarazo con bajo riesgo de desarrollar diabetes gestacional, es necesario mantener un IMC de 20 a 25 kilogramos por metro cuadrado antes de concebir. Para calcularlo, realice la siguiente operación:

IMC = peso (en kilos), dividido por la estatura (en metros), elevado al cuadrado. 

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